«EL TALENTO ESTÁ BIEN DISTRIBUIDO…»

…lo que no está bien distribuido son las oportunidades». Así comenzó Rebeca Grynspan su discurso de cierre del Laboratorio Iberoamericano de Innovación Ciudadana – LABiCBR, que se realizó en Rio de Janeiro entre el 15 y 29 de noviembre. Y, agregó, que experiencias como las del LABiCBR nos demuestran cuál es la verdadera comunidad iberoamericana, señalando a los 120 participantes de 14 países que durante 15 días estuvieron desarrollando en forma colaborativa proyectos para solucionar desafíos sociales y culturales en la región.
La innovación ciudadana, como recientemente la ha definido Raúl Oliván, es aquel proceso que resuelve problemas sociales con tecnologías (digitales, sociales, ancestrales) y metodologías innovadoras, a través de la implicación de la propia comunidad afectada. Esta definición, supone que los ciudadanos dejan de ser receptores pasivos de acciones institucionales, para pasar a convertirse en protagonistas y productores de sus propias alternativas, a través de un proceso de empoderamiento que resulta mucho más democrático.
Y eso fue el LABiCBR, un espacio de empoderamiento ciudadano, de producción de soluciones, y lo que es más importante, un punto de convivencia intercultural que es modelo para nuestras sociedades.
Si hay algo que es seguro, es que las sociedades serán cada vez más diversas, por lo que aprender a convivir juntos en la diversidad es y será uno de nuestros desafíos como ciudadanos. Las instituciones tradicionales difícilmente se encuentren en capacidad de generar espacios de verdadera participación y convivencia, por lo que se hace necesario el ensayo de nuevos modelos institucionales, que sean capaces de incluir el exterior en el interior, la ciudadanía dentro de la institución. Con este objetivo surgen los laboratorios ciudadanos, como un nuevo modelo híbrido que establece puentes entre la institucionalidad y una ciudadanía cada día más activa.

Los 12 proyectos que se trabajaron en Río de Janeiro generaron una red fuerte no solo entre los participantes del LABiCBR, sino también con la realidad carioca. Durante el proceso, la comunidad local participa del desarrollo del proyecto, fomentando sentimiento de pertenencia, apropiación, transferencia de conocimientos entre los participantes y generando un empoderamiento que difícilmente pueden superar las metodologías clásicas de resolución de problemáticas entre expertos exclusivamente.
Para ello, los participantes salieron del espacio del lab (Palacio Gustavo Capanema) y se fueron a las comunidades en: Favela da Maré, Morro Providência, Nova Iguaçú, Cidade de Deus, Lagoa, Santa Cruz, plazas y espacios públicos de la ciudad. Y así, el LABiCBR se transformó en un punto colaborativo de conexiones de la verdadera comunidad iberoamericana.

En los laboratorios de innovación ciudadana (labic), la competición no tiene lugar, solo la colaboración; el conocimiento se comparte, y no se promueven los personalismos o gurúes. En los labic se experimentan nuevas metodologías de trabajo entre ciudadanos y para ciudadanos. Allí, se repiensan las ciudades, las instituciones tradicionales, la cooperación y la participación ciudadana. Allí se desbordan las concepciones actuales y se experimentan nuevas formas de trabajo más propias del siglo XXI.
En el evento final de presentación pública de los proyectos, el Ministro de Cultura Juca Ferreira, reconoció el coraje de la SEGIB al impulsar proyectos como Innovación Ciudadana y espacios como el LABiCBR, que suponen un verdadero salto cualitativo en el trabajo de los organismos internacionales, donde salir de los despachos para conectar con la gente real, con sus necesidades en primera persona, trabajar con las comunidades y empoderar a la ciudadanía son el mejor camino futuro.