El proyecto fabricó un biodigestor con sensores para generar autonomía energética y protección ambiental, un sistema para generar energía renovable a través de residuos en zonas rurales, donde el conflicto ha impedido el acceso a tecnologías que podrían mejorar las actividades agrícolas. Este se desarrolló en conjunto con la comunidad de Obonuco, la misma que debe recurrir a adentrarse en zonas boscosas para conseguir leña y demás elementos que les permitan preparar sus alimentos, y tarea que es delegada a las mujeres mayores de la familia. Se desarolló también una una cartilla en la que se explica el funcionamiento de un biodigestor y como puede construirse con materiales de bajo coste.