¿Qué es un LABIC para… Raúl Oliván?

Posted in - Ciudadania en Sep 28, 2018 0 Comments

Por Raúl Oliván*

Los Laboratorios de Innovación Ciudadana (LABIC) son una metodología de producción colaborativa enfocada a la experimentación grupal e interdisciplinar con foco en el diseño, y en ocasiones entrega, de un proyecto o un prototipo viable, orientado a repensar un desafío comunitario. Los LABIC son además una experiencia humana intensa con condiciones especiales de trabajo: aceleración en el tiempo, inmersión emocional, implicación de la propia comunidad en una lógica buttom up -de abajo a arriba-.

El modelo de los LABIC reúne a cien participantes de todos los países de Iberoamérica en torno a diez equipos, con una selección en dos fases. Primero, con una convocatoria de diez proyectos y sus respectivos promotores. Y, en segundo lugar, una vez definidos los roles necesarios de cada proyecto (programador, sociólogo, comunicador, artesano, diseñador…) con la selección de los noventa colaboradores que completarán los equipos. Todas estas personas, sumadas a un equipo de mentores y mediadores locales, trabajan durante dos semanas en sus respectivos proyectos, creando una atmósfera colaborativa y de intercambio de saberes y culturas espectacular, que culmina con una presentación de los prototipos que acaba convirtiéndose en una fiesta de creatividad, aprendizajes y afectos.

La metodología ha sido implementada por el programa Innovación Ciudadana de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) a partir de la inspiración inicial en la metodología Interactivos de MediaLab Prado. Desde la experiencia inicial en Veracruz (México) hasta el último LABIC en Santa Fe (Argentina), pasando por Río de Janeiro (Brasil), Cartagena de Indias y Nariño (Colombia), la metodología ha ido basculando desde una lógica centrada en la producción cultural experimental a una lógica de desarrollo comunitario e innovación social, dando cada vez más protagonismo a las comunidades como actores principales de su propio proceso de transformación social, en una dinámica aprender – haciendo, que ha terminado por desbordar los límites físicos del laboratorio como espacio, para colocar el epicentro del proceso en los barrios y  colectividades donde se trabaja. Sin caer por ello en el solucionismo y la orientación a los objetivos y los resultados, porque a pesar de la deriva social de los LABIC, consustancial a su propia inercia de imbricación comunitaria, conservan en su código fuente su naturaleza experimental y tentativa.

 

* Raúl Oliván es Director de Participación Ciudadana, Transparencia y Cooperación del Gobierno de Aragón, España. Raúl ha sido mentor de LABIC.

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